¡Hola emprendedor! Si estás leyendo esto, es porque tienes en mente lanzar tu propio negocio (incluso, puede que ya lo hayas lanzado) ¡Felicidades por dar ese primer paso o estar a punto de dar ese paso! Pero, déjame preguntarte algo: ¿estás demorando demasiado tu proyecto? ¡Es hora de dejar de lado las excusas y ponerse manos a la obra! (pero a la obra) En este artículo hablaremos cómo un enfoque Lean Startup puede ayudarte a acelerar el éxito de tu negocio desde el principio.
El silencio, la quietud y el paisaje me servían de compañía en un mundo que, hasta entonces, prescindía de los smarthphones. Hoy, el panorama es irremediablemente distinto. Estruendoso y acompasado marcha el mundo moderno, la velocidad de la vida crea una percepción extrañada de los acontecimientos y fenómenos, pero también de las personas; nuestros propios sentimientos los vivimos en frecuencias difusas y lejanas.
Sí, lo que tienes sirve: optimiza los recursos. Ya es momento de lanzar tu negocio
Sí, con lo que tienes vas sobrado. Muchos emprendedores (nosotros también) caen en la trampa de creer que necesitan grandes inversiones para empezar o que es necesario tener todo milimétricamente pensado para salir al mercado, pero esto no es cierto.
En lugar de obsesionarte con perfeccionar tu idea (diseño, logo, escritura, edición, producto, etc…) enfoca tu energía en poner tu idea en acción rápidamente aprendiendo de los errores en el camino. Esto es lo realmente importante.
Utiliza los recursos que tienes a tu alcance. Probablemente ya hayas adquirido algunos (una app, un sitio web, un diseñador, una agencia, cualquier cosa) entonces la pregunta sería ¿qué te falta para arrancar o realmente pisar el acelerador con tu negocio, emprendimiento, canal de youtube, etc…?
Utiliza lo que tienes de manera inteligente, de manera eficiente. No necesitas lujos para comenzar, sólo determinación y acción. Te subes al barco, zarpas y el timón lo vas moviendo según sea la marcha… pero nada de esto lo sabrás si no comienzas.
¿Quieres clientes? Busca clientes: eso es lo más importante: ve en qué puedes ayudar
¿De qué sirve tener la idea más innovadora si no tienes clientes que la respalden? ¿De qué sirve que tengas el mejor producto o servicio si no te has encontrado con problemas reales para mejorar aún más ese producto o servicio? ¡Toma acción!
En lugar de gastar meses o años perfeccionando algo que nunca estará del todo perfeccionado, sal al mundo real y busca clientes desde el primer momento. No temas mostrar tu proyecto en sus primeras etapas y recibir retroalimentación.
Si ofreces servicios y no tienes aún portafolio, crea uno. No es necesario para ello tener clientes, es necesario mostrar tu trabajo. Tus futuros clientes deben ver de qué eres capaz. Aprende de tus clientes, entiende sus necesidades y adapta tu propuesta como consecuencia de ello: ¿de qué? de sus necesidades reales.
Tu éxito reside en el éxito que tengan “tus clientes” con “sus” clientes; no en perfeccionar una idea, por más buena que sea, sólo en tu mente.
Mejora constante y aprendizaje desde la práctica: el enfoque Lean Startup
El enfoque Lean Startup se basa en la idea de mejorar constantemente a través de la experimentación y el aprendizaje en la práctica. Este enfoque permite que puedas mejorar tu capacidad de adaptación: ¡el conocimiento que produces es brutal!
No esperes, por lo que más quieras, a tener todo resuelto antes de lanzarte, porque esto nunca terminará. Piénsalo así:
Piensa que tu proyecto es como tener una casa. La limpias, cuidas que se vea bien; luego compras una silla, porque debes trabajar cómodo, después compras una lámpara; una cama, etc. Pasa el tiempo y vas comprando cosas, arreglando otras. Finalmente, jamás de los jamáses podrás terminar de embellecer tu casa, porque siempre faltará algo que hacer o algo que comprar. Pues bien, esta idea es como una casa, o mejor aún, no es como una casa, es algo más simple por más complejo que parezca.
Lo que debes hacer: Sí, hacer ahora o mejorar en la marcha
Primero: lanza una versión inicial de tu producto o servicio. ¡Pero lánzate en serio!
Segundo: Recopila datos, mide los resultados y haz ajustes. ¡Vamos, sin miedo! Permítete cometer errores.
Tercero: Si necesitas ayuda, pídela. Esto también te ahorrará tiempo y esfuerzo que pudieras destinar en hacer algo más importante.
No necesitas grandes gastos para empezar. Muchos emprendedores temen enfrentar esta verdad: lo repetiremos de nuevo; “no necesitas grandes gastos para comenzar”. Esto parece obvio, pero es más obvio de lo que se cree. Lo esencial es enfocarte en validar pronto tu propuesta en el mercado. El tiempo es valioso y cada día que demoras en lanzar tu proyecto es una oportunidad perdida. Si te vas a poner ansioso, ponte ansioso por este último.
Utiliza plataformas económicas, pruébalas y luego paga por ellas si es necesario. Incluso, asesórate, no hagas todo por tí mismo. Aprender es importante, pero aprende habilidades y ten conocimientos de lo que realmente te llevará a mejorar tu negocio. No aprendas profundamente algo si no lo piensas utilizar más tarde. ¡Optimiza!
Nuestro consejo si tienes algo realmente en lo que ser bueno y aprender: definitivamente te diremos, vuélvete bueno “vendiendo”. Pero para ser un buen vendedor, tienes que salir a vender. No hay de otra. Y así, con suerte y trabajo, podrás generar ingresos desde el principio.
Conclusión
¡Muévete! Si quieres tener éxito en tu negocio, no te quedes atrapado, congelado en la etapa de perfeccionamiento de tu idea (al menos no en secreto). Sal al mundo, busca clientes, mejora constantemente y optimiza tus recursos yendo de menos a más. ¡No esperes! lanza tu negocio ahora con lo que tengas. Recuerda que la acción es la clave para convertir esas ideas por las que tanto has trabajado, en realidad. El mundo espera por tu idea.
Y, si necesitas ayuda, ¡Nos avisas!